Palabras pronunciadas por Fray Adreano Ignacio en el momento de su acción de gracias durante la Misa de Ordenación.
Doy gracias a Dios que ha sido el que ha hilado mi vida y dado sentido pleno a mi existencia
Doy gracias a Dios por el regalo de mis padres; por darme una madre valiente y fuerte. Ella supo defender mi vida y no aceptar el aborto cuando estaba embarazada de mí. Gracias mamá.
Doy gracias a Dios por mis hermanos, de manera especial por Adolfito, que siempre ha sido mi amigo, hermano y padre.
Doy gracias a Dios que permitió que el P. Willy y yo nos encontráramos en Santa Cruz del Sur. Willy, gracias por bautizarme, darme la comunión, ser mi padrino de confirmación y hoy ordenarme sacerdote. Gracias a todo mi pueblo y comunidad cristiana de Santa Cruz del Sur, hoy presente entre nosotros, y al P. Raúl Fernández.
Doy gracias a Dios por permitir formarme en el Pre – Seminario de Camagüey, donde siempre recuerdo el amor vocacional primero y la sabiduría de Monseñor Adolfo y el P. Sarduy.
Doy gracias a Dios por mis cuatro años de filosofía en el Seminario San Carlos y San Ambrosio. Gracias a cada uno de los formadores y profesores de esos años y a mis compañeros de clases. Allí fue naciendo mi vocación de fraile predicador.
Doy gracias a Dios por el regalo de la vida religiosa en Cuba; de manera particular agradezco a las hermanas Teresianas, Lauritas, Carmelitas Misioneras y Apostolinas.
Doy gracias a Dios por el regalo de la Orden de Predicadores en Cuba, por los frailes que me han ayudado a ser dominico día a día. Gracias Manuel Uña, gracias Bendito, gracias Pepito, gracias Rafael, gracias Cirilo y gracias Pedro Román. También gracias a nuestro Provincial Fr. Luis Marín.
Doy gracias a Dios por permitir formarme en Colombia, República Dominicana y Salamanca, gracias por el regalo de las personas que me supieron ayudar y dar ánimos. Hoy me acompañan de República Dominicana Fr. Octavio y Virginia; de Salamanca Fr. Ricardo. Gracias de todo corazón.
No puedo olvidar a las comunidades por donde pasé: El Fraile en Santa Cruz del Norte, San Francisco de Paula en la Víbora, Nueva Paz, la Parroquia de Línea donde hice mi postulantado en la Orden, el Perpetuo Socorro y Letrán.
Doy gracias a Dios por regalarme la oración y el cariño de nuestras Monjas Dominicas Contemplativas, gracias a toda la Familia Dominica en Cuba.
Doy gracias a Dios por mis dos connovicios: Ariel y Carlos, que no siguen en la Orden, pero sí seguimos en la amistad.
Doy gracias a Dios por todo lo que me ha aportado y ayudado Fr. Léster, gracias por tus halones de orejas, por tu amistad sincera y por ser mi hermano en la Orden. Contigo aprendí lo apasionante y hermoso que es ser dominico. Gracias Léster.
Doy gracias a Dios por nuestros dos formandos: Fr. Andrés y Raisel. Que más jóvenes cubanos se animen a ser Frailes Predicadores.
Doy gracias a Dios por los matrimonios que me han acompañado, en particular: Julio y Mercedes.
Gracias a María, Madre de Dios y Madre nuestra, porque siempre ha sostenido mi vida y mi vocación. Ahora te pido que la sigas sosteniendo hasta la muerte y eternidad. Amén.
0 comentarios:
Publicar un comentario