El pasado sábado 27 de diciembre fue un día muy especial para la familia dominicana pues en Cuba dos de sus miembros, Fray Léster Rafael Zayas Díaz, OP, y Fray Adreano Ignacio Fuentes Fernández, OP, fueron ordenados presbíteros por la imposición de manos de Monseñor Wilfredo Pino, Obispo de la Diócesis de Guantánamo-Baracoa, en nuestro Convento de San Juan de Letrán, en La Habana.
Ambos frailes son cubanos, nacidos en los pueblos de Nuevitas y Santa Cruz del Sur en la provincia de Camagüey, con historias personales diferentes pero muy parecidas a las de todos los cubanos y cubanas de las últimas generaciones. Admitidos en la Orden de los Frailes Predicadores profesaron el 2 de febrero de 2002, Fray Léster Rafael, y el 1 de febrero de 2003, Fray Adreano Ignacio. Han cursado estudios en Cuba y República Dominicana, donde han hecho Filosofía y Teología, y en España, donde Fray Adreano ha realizado ya su licenciatura en Teología y Fray Léster continúa realizando una licenciatura en Teología y otra en Filosofía. Ambos han sido ordenados de diáconos en el Convento de San Jacinto, en Sevilla, por la imposición de manos de su Eminencia Carlos Cardenal Amigo Vallejo.
“Con tal de ganar a Cristo” (Fl 3,7) y “Mi fuerza es el Señor” (Is 12, 2), lemas de Fray Léster y Fray Adreano respectivamente, fueron las palabras que presidieron en sendas colgaduras la celebración de ordenación en la que también estuvieron presentes los dos Obispos Auxiliares de La Habana, Monseñor Petit y Monseñor Juan de Dios. Se contó además con la presencia de otros miembros del clero de esta Arquidiócesis Habanera. Estuvieron presentes también otros religiosos y religiosas y los dominicos y dominicas: frailes, hermanas de vida activa, monjas contemplativas y seglares; así como también una nutrida representación de laicos y laicas de todas nuestras presencias en la ciudad de La Habana. Acompañaron a Fray Léster y a Fray Adreano, en este momento tan significativo, sus familiares y hermanos y hermanas de sus parroquias y pueblos de Nuevitas y Santa Cruz del Sur.
La liturgia fue solemne y bien dispuesta. Se apreció el sabor típicamente cubano en los cantos que el coro usó en la animación de la misa. Hubo cantos de temática dominicana y al final de la celebración eucarística, como es costumbre para los Frailes Predicadores y demás miembros de la familia dominicana, se entonó la Salve pidiendo el Patrocinio de la Virgen del Rosario para los dos nuevos presbíteros y la Orden toda. Las lecturas de la eucaristía fueron tomadas del profeta Jeremías, de la Primera Carta de San Juan y del Evangelio de San Juan. El Señor Obispo dirigió a los ordenandos emotivas y sabías palabras con las que pretendió orientar la vida de ellos teniendo como ejemplo a Jesús de Nazaret y partiendo de la realidad concreta que ambos vivirán en Cuba.
Fray Andrés OP.
1 comentarios:
Pues muchas felicidades, me hubiera gustado estar ese día tan especial junto a ustedes. Un abrazo muy grande y saludos a toda mi comunidad. Amaury Asencio
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