¡Bienvenidos!

Si alguien, pinchando en la web o porque ha sido invitado a ello, llegara aquí a este blog con lo primero que se topa es con este rótulo que sirve de título al mismo: CUBAOP.

Si no lo entiende serían legítimas las preguntas que se sucederían una tras otra y que pudieran ser como estas: ¿CUBAOP? ¿Qué eso? ¿Algo nuevo? ¿Qué me quieren decir con estas letras los que escriben aquí? CUBAOP es el espacio en que queremos compartir lo que significa para nosotros la OP, Orden de Predicadores, en CUBA.

Desde Cuba porque una Orden que está en muchas partes del mundo se manifiesta de manera concreta en los límites de un país, estado o región concreto del mundo. Y es desde Cuba que como dominicos nos integramos en la gran familia dominicana a lo largo y ancho del mundo.

En esta aventura no vamos solos. En la gran familia hay jóvenes y adultos, mujeres y varones, laicos y religiosos. Esta gran familia cuenta en Cuba con la presencia de frailes, monjas, religiosas de varias congregaciones y con seglares. Todos nos sentimos continuadores de Domingo de Guzmán en el gran reto que es comunicar a todos y todas el Evangelio de Jesús de Nazaret haciendo uso de un lenguaje actualizado y desde nuestra experiencia de vida como cubanos y cubanas.

Esto es lo que quiere ser CUBAOP. Contamos contigo, que lees y comentas, que te cuestionas e interrogas a otros para hallar a Dios, para seguir adelante en esta aventura que comenzamos a construir.
Fr. Andrés, O.P.

Porque somos en Blanco y negro.

Encuentro con el pasado

Un día O.P.

sábado, 6 de junio de 2009

Honor a quien honor merece.

EL P. PEPE: "UN TESTIGO CREÍBLE".DSC_0720

Este es el título de "un libro" no cualquier libro, que fue presentado en el Aula "Fray Bartolomé de Las Casas" del Convento San Juan de Letrán,de los Frailes Dominicos, en La Habana, el jueves día 28 de mayo.

El libro no podía llevar un título más digno que este: "El Padre Pepe un testigo creíble".

Quien presentó el libro, Monseñor Juan de Dios, Obispo Auxiliar de La Habana, sabía muy bien quién es el P. Pepe, y lo hizo desde el cariño y quién ha puesto prólogo a esta obra, Fr. Manuel Uña,OP., Vicario de los Dominicos en Cuba, lo ha hecho igualmente desde el cariño y cercanía de Hermano y tampoco ignora quién es este hombre "recio" que pudo enfrentarse a lo que en Cuba se vivió unas décadas atrás, y afrontar con "coraje" la situación.

El autor, Miguel Albuerne, periodista cualificado, ha sabido recoger la sabiduría y la experiencia del P. Pepe y los testimonios de las personas cercanas.

SERÉIS MIS TESTIGOS....

Casi siempre se suelen hacer los reconocimientos y alabanzas a una persona cuando ya no está entre nosotros, cuando ha partido de esta tierra y los reconocimientos ya no hacen falta.

El poeta León Felipe dirá: ..."en vida, hermano, en vida...

"Es mejor escribir la historia con documentos vivientes". Este es nuestro caso, el caso que nos ocupa, la historia de un dominico, testigo de cuánto ha pasado por la piedras de S. Juan de Letrán, de la iglesia del Sagrado Corazón la de Jesús Obrero y Santa Rosa de Lima. Lugares que bien saben y pueden hablar del Padre Pepe. Igualmente su experiencia, el conocimiento de su ciudad y de la sociedad que la ha integrado a través de diferentes épocas, lo convierten en un testigo excepcional.

Es por tanto de justicia, reconocer la trayectoria de este Hermano, de quien se puede decir con toda propiedad, que ha regalado su vida al servicio del pueblo cubano, el pueblo que le vio nacer: "soy sacerdote para servir a mi pueblo", como expresa en el recordatorio de sus "Bodas de Oro" sacerdotales, celebradas recientemente.

Fray Manuel Uña, al prologar el libro, ha sabido recoger la entraña del Padre Pepe, cuando dice de él que ha sido y es un "DON", para Cuba, para la Iglesia, para la Orden y un regalo para las generaciones que nos sucederán y no menos para el pueblo cubano, y confía en que marque el camino a seguir por los nuevos dominicos que quieran entregar su vida, al estilo de Domingo de Guzmán, para servir a su pueblo.

Recordando el título del libro: "El P. Pepe, un testigo creíble", nos damos cuenta que no es un título al azar, como dirá el P. Manuel Uña; es un título que recoge perfectamente cuanto lleva en sí el P. Pepe. Es un hombre de Dios e hijo fiel de Sto. Domingo. Hombre fiel a su pueblo cubano.

Cuando los frailes partieron de Cuba, obligados por las circunstancias, él se quedó solo con dos hermanos de avanzada edad en la isla; fiel y en silencio supo reclamar y cuidar, el patrimonio de la Orden. Pasó momentos bien duros y difíciles, que pudo superar por su fortaleza y "coraje" al estilo de Domingo de Guzmán.

El Evangelio de la compasión lo ha predicado con su cercanía y su capacidad de escucha. De ello dan fe cuantas personas se han acercado y se acercan a él.

Así lo pudimos comprobar, contemplando el Aula "Fray Bartolomé de las Casas" en la fecha de la presentación de su libro. Además de sentirse arropado por la familia dominica en Cuba, numeroso público aplaudió sus cálidas palabras de agradecimiento.

El Padre Pepe nunca ha tratado de imponerse a nadie por la fuerza por su convencimiento de que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.

Ha proclamado con sencillez y sin hacer mucha ruido, a través de su ministerio sacerdotal y su vida de hombre coherente, la fe en la cual cree.

La vida es un tejido en el que se van entrecruzando dos hilos que podemos llamar el de los "diseños y el de los imprevistos"

Somos dueños de nuestra propia historia, no es ella la que nos conduce y posee. Nadie puede decidir desde fuera cómo va a ser nuestra vida, y es una equivocación compararse con otros; nadie puede vivir vidas ajenas, sólo podemos vivir la propia con los recursos y capacidades de que disponemos.

Se trata de jugar del mejor modo posible con las cartas que Dios nos ha dado en esta partida que es la vida. Y el P. Pepe ha sabido jugar bien con sus cartas.

"La experiencia no es lo que te ocurre; es lo que haces con lo que te ocurre", dice certeramente Aldous Huxley.

¡Gracias P. Pepe! por el testimonio de tu vida. La Familia Dominica en Cuba te lo agradece de verdad.

Hermana Evangelina Rodríguez

Dominica Misionera de la Sagrada familia

La Habana, 4 de junio 2009

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