¡Bienvenidos!

Si alguien, pinchando en la web o porque ha sido invitado a ello, llegara aquí a este blog con lo primero que se topa es con este rótulo que sirve de título al mismo: CUBAOP.

Si no lo entiende serían legítimas las preguntas que se sucederían una tras otra y que pudieran ser como estas: ¿CUBAOP? ¿Qué eso? ¿Algo nuevo? ¿Qué me quieren decir con estas letras los que escriben aquí? CUBAOP es el espacio en que queremos compartir lo que significa para nosotros la OP, Orden de Predicadores, en CUBA.

Desde Cuba porque una Orden que está en muchas partes del mundo se manifiesta de manera concreta en los límites de un país, estado o región concreto del mundo. Y es desde Cuba que como dominicos nos integramos en la gran familia dominicana a lo largo y ancho del mundo.

En esta aventura no vamos solos. En la gran familia hay jóvenes y adultos, mujeres y varones, laicos y religiosos. Esta gran familia cuenta en Cuba con la presencia de frailes, monjas, religiosas de varias congregaciones y con seglares. Todos nos sentimos continuadores de Domingo de Guzmán en el gran reto que es comunicar a todos y todas el Evangelio de Jesús de Nazaret haciendo uso de un lenguaje actualizado y desde nuestra experiencia de vida como cubanos y cubanas.

Esto es lo que quiere ser CUBAOP. Contamos contigo, que lees y comentas, que te cuestionas e interrogas a otros para hallar a Dios, para seguir adelante en esta aventura que comenzamos a construir.
Fr. Andrés, O.P.

Porque somos en Blanco y negro.

Encuentro con el pasado

Un día O.P.

viernes, 15 de agosto de 2008

Entrevista con fr. Manuel Uña, o.p. Vicario del Provincial de la Provincia de Bética. Entrevista hecha por fr. Luis Ramos, OP.

¿Cómo conociste la Orden?

Yo conocí a la Orden por medio de un dominico paisano mío, que habitaba muy cerca de mi pueblo, un hombre bondadoso y afable. Me sorprendió la presencia de su hábito, y lo que él decía me hizo descubrir algo nuevo en las demás personas, algo que yo no había descubierto; le pregunté de donde venía y que hacía. : "Sobre todo, respondió, dos cosas: Estudiar y orar. Condiciones indispensables para poder anunciar la Palabra de Dios a los hombre". A la sazón tenía yo doce años: estudiaba entonces las humanidades en un pueblo de la Mancha, Almagro, y luego, pues, todo el currículo dominicano, en Granada, Madrid y Roma.

¿En cuáles apostolados has visto realizada tu vocación con mayor plenitud?

Te voy a decir: Mi apostolado dominicano, lo que he podido vivir, y lo que he podido transmitir es algo que me satisface plenamente. En primero lugar, te diré, porque la Orden dominicana valora mucho la persona humana, y yo tengo verdadera pasión por colaborar con el creador para que aquello que él creó y que desde el principio consideró tan bueno, no se deteriore: es decir la persona humana.. Quero ayudar a que la persona se conozca Permíteme explicarte desde dentro, que encuentre la felicidad con aquello que el Padre y creador le dio, para que lleve cada quien a plenitud todo lo bueno que hay en su persona. Esto s lo que me hace sentir realizado como fraile dominico, cultivar tu inteligencia hasta el punto de poder dar razón de las cosas que hace y por qué las hace. Que cultive su inteligencia pero también su corazón".

Yo creo que esto es lo que estamos haciendo lo dominicos predicando el Evangelio de la Gracia y de la Verdad, con bondad y con amor.

¿Tú estuviste en Cuba varios años, cuáles fueron tus experiencias con el pueblo cubano?

Conocí la Isla de Cuba cuando era provincial de Andalucía, en 1986. Hay que explicar que allí tenemos tres??? casas encargadas a esta provincia. Tuve oportunidad de viajar a la Isla, siempre haciendo escala entre los mexicanos a los que hay que reconocer su generosidad, Siempre llevaba las maletas repletas: una vez en la aduana el agente que revisaba las maletas, me pregunto que por qué traía yo ocho velices, y le respondí: "soy religioso y vengo a ver a mis hermanos". Que trae allí: "Todo lo que pude respondí sencillamente". El agente sólo reparó en una estatuilla del niño Dios sobre la cual comentó: " Con lo que a mi me gusta todo esto" (refiriéndose sin duda a su vida de fe). Por eso vuelvo con tanto gusto a la Isla.

Fui recibido siempre con amabilidad y me fui metiendo poco a poco en la vida del pueblo. Como provincial envié a Cuba a todos los frailes que pude, y después, me fui yo mismo a vivir allá el año 1993. Esto fue para mi una hora de gracia. Una enorme gracia que duró casi ocho años para poder conocer un poco al pueblo de Cuba. Es un pueblo cordial, generoso, solidario, con una enorme capacidad afectiva, y un deseo de comunicar, de aprender, de intercambiar. Tuve la fortuna de relacionarme con un pueblo muy respetuoso y de insospechadas cualidades. Suficiente para hacer mi estancia entre los cubanos un momento feliz de mi vida. Tuve el espacio de hacer lo que un predicador del Evangelio desea hacer. Quise a la gente y la respuesta reciproca, estoy convencido no fue de menor intensidad.

Otro tanto tengo qué decir de los sacerdotes y de los obispos, con los que tuve estrecha relación, recién llegado me invitaron a dirigir los ejercicios para todo el clero de la Isla, una experiencia por demás gratificante. Nunca pude olvidar tal distinción de forma que cando me despedí, dije a los obispos: "Estoy sumamente agradecido, por la confianza que en mí han depositado, de poner en mis manos la delicada cuestión de impartir unos ejercicios al clero"

En la Habana …

Hemos abierto todos los espacios del convento a todo el pueblo. En el convento de san Juan de Letrán tenemos un letrero que con palabras de José Martí dice: "Los amorosos dominicos, siempre buenos, ¡hasta para América buenos!" Es un lugar donde ser recibe a las personas, un espacio de reflexión, donde nadie está excluido, han participado ya personas de todas las culturas, de diversas mentalidades, de la Iglesia, de la política de la cultura, del mundo sincrético, de otras confesiones … . Yo creo que San Juan de Letrán, como se le conoce al Convento de Santo Domingo, se ha convertido en un lugar de reflexión y de encuentro.

Los dominicos de hoy, en Cuba

En este momento (julio de 2001) hay solamente ocho frailes dominicos en toda la Isla: En la Habana estamos en San Juan de Letrán y atendemos la parroquia del Vedado y al Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. También atendemos una Iglesia en Trinidad, Provincia de Sancti Spíritus que ya pertenece a la Diócesis de Cienfuegos. Actualmente tenemos tres novicios en haciendo su noviciado en el convento de santo Domingo de santa Fe de Bogotá y tres postulantes a quienes acompañamos en el esclarecimiento de sus decisiones.

¿Que puede ofrecer la Orden de Predicadores al pueblo cubano?

La orden ofrece ya a todos en san Juan de Letrán lo que somos y lo que hacemos. En primer lugar un lugar de encuentro par las personas que necesitan orar, intercambiar opiniones o sencillamente buscan un poco de tranquilidad y paz. Pues la vida en la Habana es muy agitada; hay muchos problemas, el bloqueo ha perjudicado mucho al pueblo. Por eso separamos un espacio para acoger a las personas y conversar.

En ese espacio, cuando me preguntan quién es Jesús de Nazaret, yo les doy como contestación, quién es Jesús de Nazaret para mí. Le comunico lo que él hizo, lo que dijo. Por decirlo en breves palabras un servicio a la verdad. Tenemos una biblioteca donde todo los días llegan treinta o cuarenta personas. Está abierta desde las 9:00 hasta las 21:00, y al menos recibimos cuarenta visitas diarias. Cerramos la biblioteca los sábados y domingos pues esos días estamos dedicados al celebración de los sacramentos. Como hemos dicho tenemos tres parroquias y tres comunidades que no son parroquia en la Habana En Trinidad, tenemos trabajo urbano pero también rural pues salimos a evangelizar también en los bohíos.

Cómo recibes a los que desean ingresar en la orden

Para ser dominico es muy importante la sinceridad y la recta intención de buscar a Dios. Pedimos que los jóvenes que desean ingresar en la orden sean respetuosos de las opiniones de los demás, que se muestre abierto a las opiniones de los otro, y que se transparente. Les pedimos llegar a la madurez de ser capaces de convivir con otros jóvenes en armonía, compartiendo responsabilidades y colaborando en las obligaciones comunes. Como todo mundo sabe en la orden la inclinación por el estudio; es muy importante y que sean capaces de llegar a pensar por sí mismos. Es necesario, por último, que sean conscientes de que hay que regalar la vida sin exigir más que la pobreza en el seguimiento de Jesús.

¿Qué futuro le ves a la Orden en Cuba?

Yo creo que nuestro futuro está en la confianza en Dios. Yo creo en los que creen, pero también creo en los que buscan, aunque no crean. Creo en todo aquel que trabaja por hacer el mundo más humano, más cristiano. Yo veo el futuro en la reconciliación.

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O Lumen

¿Por qué?