domingo, 24 de agosto de 2008
Hablando de Formación.
En estos momentos los Dominicos en Cuba tenemos tres frailes en formación, uno en formación institucional y dos en formación pos-institucional. El proceso de formación de nuestros frailes consta de tres periodos bien diferenciados: el primero es el prenoviciado, en este periodo los jóvenes comienzan a dar sus primeros pasos en el crecimiento humano y dominicano dentro de la Orden, dejando configurar su vida al estilo de las nuevas exigencias que se le presentan como nuevos retos para el crecimiento tanto institucional como personal; en estos momentos este proceso se realiza en la casa de Linea, en la Ciudad de la Habana.
El segundo momento es el noviciado, donde los jóvenes que han decidido continuar adelante el proyecto de ser frailes, pasan ya a vivir de un modo directo su integración en la Orden, visten el hábito y comienzan su formación religiosa propia, allí conocerán la espiritualidad de la Orden, sus Constituciones, su modo profundo de ser. Este proceso termina con la emisión de los primeros votos como religiosos. La última experiencia de noviciado la realizamos hace dos años en el Convento de Santo Tomás de Sevilla.
Seguido del noviciado y después de la primera profesión comienza el estudiantado, momento en el que junto con el aprendizaje y afianzamiento en los pilares de la Orden, el fraile inicia o continua con sus estudios académicos de filosofía y teología. En estos momentos ese periodo lo realizamos en la República Dominicana, donde tenemos a un estudiante de nuestra vicaría: Fr. Andrés. Este periodo debe acabar con la profesión solemne, donde el fraile se compromete con la Orden de por vida, al mismo tiempo que pasa a ser miembro pleno de la misma.
Por último vendrán los estudios de especializaciones y licencias, en estos momentos dos de nuestros frailes se encuentran en Salamanca: Fr. Adreano y Fr. Léster. En este periodo se pretende culminar con la formación acádemica y con la obtención de una titulación que permita poder en el trabajo posterior, dar respuestas a los interrogantes de nuestro mundo, siendo fieles al carisma de la verdad.
El segundo momento es el noviciado, donde los jóvenes que han decidido continuar adelante el proyecto de ser frailes, pasan ya a vivir de un modo directo su integración en la Orden, visten el hábito y comienzan su formación religiosa propia, allí conocerán la espiritualidad de la Orden, sus Constituciones, su modo profundo de ser. Este proceso termina con la emisión de los primeros votos como religiosos. La última experiencia de noviciado la realizamos hace dos años en el Convento de Santo Tomás de Sevilla.
Seguido del noviciado y después de la primera profesión comienza el estudiantado, momento en el que junto con el aprendizaje y afianzamiento en los pilares de la Orden, el fraile inicia o continua con sus estudios académicos de filosofía y teología. En estos momentos ese periodo lo realizamos en la República Dominicana, donde tenemos a un estudiante de nuestra vicaría: Fr. Andrés. Este periodo debe acabar con la profesión solemne, donde el fraile se compromete con la Orden de por vida, al mismo tiempo que pasa a ser miembro pleno de la misma.
Por último vendrán los estudios de especializaciones y licencias, en estos momentos dos de nuestros frailes se encuentran en Salamanca: Fr. Adreano y Fr. Léster. En este periodo se pretende culminar con la formación acádemica y con la obtención de una titulación que permita poder en el trabajo posterior, dar respuestas a los interrogantes de nuestro mundo, siendo fieles al carisma de la verdad.
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