¡Bienvenidos!

Si alguien, pinchando en la web o porque ha sido invitado a ello, llegara aquí a este blog con lo primero que se topa es con este rótulo que sirve de título al mismo: CUBAOP.

Si no lo entiende serían legítimas las preguntas que se sucederían una tras otra y que pudieran ser como estas: ¿CUBAOP? ¿Qué eso? ¿Algo nuevo? ¿Qué me quieren decir con estas letras los que escriben aquí? CUBAOP es el espacio en que queremos compartir lo que significa para nosotros la OP, Orden de Predicadores, en CUBA.

Desde Cuba porque una Orden que está en muchas partes del mundo se manifiesta de manera concreta en los límites de un país, estado o región concreto del mundo. Y es desde Cuba que como dominicos nos integramos en la gran familia dominicana a lo largo y ancho del mundo.

En esta aventura no vamos solos. En la gran familia hay jóvenes y adultos, mujeres y varones, laicos y religiosos. Esta gran familia cuenta en Cuba con la presencia de frailes, monjas, religiosas de varias congregaciones y con seglares. Todos nos sentimos continuadores de Domingo de Guzmán en el gran reto que es comunicar a todos y todas el Evangelio de Jesús de Nazaret haciendo uso de un lenguaje actualizado y desde nuestra experiencia de vida como cubanos y cubanas.

Esto es lo que quiere ser CUBAOP. Contamos contigo, que lees y comentas, que te cuestionas e interrogas a otros para hallar a Dios, para seguir adelante en esta aventura que comenzamos a construir.
Fr. Andrés, O.P.

Porque somos en Blanco y negro.

Encuentro con el pasado

Un día O.P.

jueves, 7 de agosto de 2008

Hay algo que celebrar.

Hoy es 8 de agosto, y si no fuera por lo que entraña y supone para nosotros los Dominicos, no fuera más que eso: una fecha, un día más, tal vez como mucho, uno de esos días en los que uno se levanta con una especial predisposición a la vida o a la muerte. Al final todo gira en torno a eso: vida-muerte. Y es que vida y muerte se dan la mano y hasta se confunden y funden muchas veces para dejar salir lo nuevo, para que nazca lo nuevo. Vocacionados a la vida los dominicos celebramos hoy la muerte de Nuestro Padre, muerte que es vida fecunda para todos sus hijos. Muerte que pone en nuestras bocas palabras de vida para este mundo. Muerte que nos hace portadores del mimos celo, de la misma vida que de tanto ser vida hizo saltar a Santo Domingo más allá de la muerte. Vida que nos queda a nosotros para seguir transmitiéndola. Por eso hoy solo queda una oración en nuestros labios: “Imple Pater quod dixisti”.

¡¡¡¡Felicidades Hermanos!!!!

0 comentarios:

O Lumen

¿Por qué?